La retina es la capa de células nerviosas que recubren la pared posterior en el interior del ojo. Esta capa detecta la luz y envía señales al cerebro para que usted pueda ver.
Se llama desprendimiento de retina a la separación de la retina de su posición normal debido a un desgarro. Puede sucederles a personas de todas las edades pero es más común en personas mayores de 40. Este problema afecta más a los hombres que a las mujeres. Las personas que presentan más riesgos también:
Los síntomas incluyen un aumento de flotadores (pequeños puntos o manchas que aparecen en la visión de una persona, o destellos de luz en los ojos). También, puede sentir la sensación de que existe una “cortina” en su campo de visión.
El desprendimiento de retina es una emergencia médica. Si no se trata pronto, puede ocasionar pérdida de la visión permanente.
Las personas con diabetes pueden tener una enfermedad ocular llamada retinopatía diabética. Esta enfermedad ocurre porque los niveles altos de azúcar en la sangre causan daño a los vasos sanguíneos en la retina. Estos vasos sanguíneos pueden hincharse y tener fugas de líquido. También pueden cerrarse e impedir que la sangre fluya. A veces, se generan nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina. Todos estos cambios pueden hacerle perder la visión.
Puede tener retinopatía diabética y no saberlo.
Esto se debe a que generalmente no presenta síntomas en sus etapas tempranas. A medida que empeora, notará síntomas como los siguientes:
Los síntomas de la retinopatía diabética suelen afectar a ambos ojos.
Control médico
Controlar su azúcar en sangre y la presión sanguínea puede detener la pérdida de la visión. En algunos casos, un buen control del azúcar incluso puede devolverle algo de visión. Controlar la presión arterial mantiene los vasos sanguíneos del ojo saludables.
Cirugía con rayos láser
La cirugía láser puede utilizarse para ayudar a sellar los vasos sanguíneos que sufren pérdidas. Esto puede disminuir la hinchazón de la retina. La cirugía láser también puede ayudar a encoger los vasos sanguíneos y evitar que vuelvan a crecer. En algunos casos, es necesario realizar más de un tratamiento.
Vitrectomía
Si tiene retinopatía diabética proliferativa avanzada, su oftalmólogo puede recomendarle una cirugía llamada vitrectomía. Su oftalmólogo extrae el gel vítreo y la sangre de los vasos anormales en la parte de atrás del ojo. Esto permite que los rayos de luz se enfoquen correctamente en la retina nuevamente. También puede extirparle tejido cicatrizante de la retina.
El agujero macular es cuando se forma un desgarro o abertura en la mácula. A medida se forma el agujero, las cosas en la visión central se verán borrosas, onduladas o distorsionadas. A medida que el agujero crece en tamaño, aparece un punto oscuro o ciego en la visión central. El agujero macular no afecta a su visión periférica (lateral).
La edad es la causa más común del agujero macular. A medida que envejece, el vítreo comienza a encogerse y a desprenderse de la retina. En general, el vítreo se desprende sin problemas. Sin embargo, a veces el vítreo puede quedarse pegado a la retina.
La cirugía llamada vitrectomía más limitorrexis es la mejor manera de tratar un agujero macular. Su oftalmólogo retira el vítreo que está jalando de la mácula. Luego le coloca una burbuja de gas en el interior del ojo. Esta burbuja ayuda a aplanar el agujero macular y mantenerlo en su lugar mientras se cura el ojo. La burbuja de gas desaparece por sí sola lentamente y es reemplazada por fluido producido naturalmente por el ojo.
La retina del ojo tiene una arteria principal y una vena principal. Al bloqueo de la vena retiniana principal se lo denomina oclusión de la vena central de la retina (OVCR).
La retina del ojo tiene una arteria principal y una vena principal. Al bloqueo de la vena retiniana principal se lo denomina oclusión de la vena central de la retina (OVCR).
La OVCR suele aparecer en personas mayores de 50 años.
Las personas con los siguientes problemas de salud están a mayor riesgo de desarrollar una OVCR:
Para disminuir el riesgo de OVCR, debe hacer lo siguiente:
El objetivo principal del tratamiento es mantener su visión estable. Esto se suele lograr sellando cualquier fuga de los vasos sanguíneos en la retina. lo que ayuda a impedir que la mácula se siga inflamando.
Además, su oftalmólogo puede decidir tratar la oclusión venosa de la retina con un medicamento inyectable en el ojo que se conoce como “inyección anti-FCEV”. Este medicamento puede ayudar a disminuir la inflamación de la mácula. A veces, se le puede inyectar en el ojo medicamentos con esteroides para ayudar a tratar la inflamación.
Si su OVCR es muy grave, el oftalmólogo puede realizarle un tipo de cirugía de láser. A esta cirugía se la denomina fotocoagulación panretiniana (FPR). Se utiliza un láser para hacer pequeñas quemaduras alrededor de la retina. Esto ayuda a disminuir las probabilidades de sangrado en el ojo y evita que la presión ocular suba demasiado
La membrana epirretiniana (que significa “membrana sobre la retina”) es una patología ocular consistente en el desarrollo de una membrana celular translúcida sobre la zona central de la retina (mácula) que es la zona fundamental para la visión.
Cuando esta membrana se contrae y se arruga, causa una deformación progresiva de la retina con la consiguiente alteración visual. La sintomatología más frecuente es la pérdida de agudeza visual y la distorsión de las imágenes (también llamada metamorfopsia)
La mayoría de membranas epirretinianas en personas mayores de 60 años se consideran “idiopáticas”, es decir, de causa desconocida. Sin embargo, actualmente se cree que su origen está en el proceso de envejecimiento que sufre el gel que rellena el interior del ojo (humor vítreo) y que con el paso de los años se termina separando de la retina (desprendimiento posterior de vítreo).
También puede estar relacionada con traumatismos, enfermedades vasculares (diabetes o trombosis venosa retiniana), tras cirugía vitreorretiniana o como complicación de un desprendimiento de retina.
En el momento inicial, el paciente percibe una leve distorsión de las imágenes, las líneas onduladas y alteraciones de los textos escritos (letras, números, etc. ) más pequeños. Cuando la tracción ejercida por la membrana epirretiniana aumenta sobre la mácula, la lectura empeora. También es frecuente que el paciente note visión borrosa en la zona central de la visión.
En los casos más leves se puede optar por la vigilancia, realizando controles periódicos, sin necesidad de operar. En cambio, cuando la visión empeora, las imágenes se distorsionan y se deteriora la anatomía macular, debe valorarse la cirugía vitreorretiniana (vitrectomía posterior).